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Indicadores clave para evaluar programas sociales

Medir resultados sin saber qué indicadores observar es como navegar sin brújula. Para saber si un programa social realmente está funcionando, necesitas definir indicadores claros, relevantes y bien estructurados desde el inicio. No basta con mostrar actividad; se trata de demostrar cambio. En este artículo exploramos cómo seleccionar y usar indicadores clave para evaluar programas sociales con criterio técnico, pero aplicable a la realidad de cualquier ONG.


¿Por qué son importantes los indicadores?

Un indicador es una medida que te dice si estás avanzando en tus objetivos. Permiten:

  • Evaluar la efectividad de una intervención
  • Comunicar resultados a financiadores y aliados
  • Identificar áreas de mejora
  • Tomar decisiones basadas en evidencia

Sin indicadores, todo queda en suposiciones o relatos sin evidencia. Con indicadores, puedes demostrar impacto de forma concreta.


Tipos de indicadores que debe considerar una ONG

  1. Indicadores de insumos
    Lo que se invierte o moviliza.
    Ejemplo: Monto en bolivianos destinado a capacitación.
  2. Indicadores de actividades
    Las acciones que se ejecutan.
    Ejemplo: Número de talleres realizados.
  3. Indicadores de resultados
    Cambios inmediatos generados en los participantes.
    Ejemplo: Porcentaje de jóvenes que completaron la capacitación.
  4. Indicadores de impacto
    Cambios más profundos y sostenibles a mediano o largo plazo.
    Ejemplo: Porcentaje de jóvenes que consiguieron empleo 6 meses después.
  5. Indicadores de eficiencia
    Relación entre los recursos usados y los resultados obtenidos.
    Ejemplo: Costo promedio por joven capacitado.
  6. Indicadores de satisfacción
    Miden la percepción de los beneficiarios sobre la calidad o utilidad del programa.
    Ejemplo: Nivel de satisfacción reportado en encuestas postactividad.

Cómo seleccionar buenos indicadores: el criterio SMART

Todo indicador debe cumplir con estas cinco características:

  • S (Específico): Define claramente qué se está midiendo.
    Incorrecto: “Mejorar la vida de los jóvenes.”
    Correcto: “Reducir en un 15% la tasa de desempleo juvenil en la zona A.”
  • M (Medible): Debe poder cuantificarse o calificarse.
    Ejemplo: Número de personas capacitadas que aprueban una evaluación.
  • A (Alcanzable): Tiene que ser realista, según los recursos disponibles.
  • R (Relevante): Relacionado directamente con los objetivos del programa.
  • T (Con límite de tiempo): Se debe definir un periodo claro.
    Ejemplo: “En los primeros 6 meses del programa”.

Cómo estructurarlos en un marco lógico

El marco lógico es una herramienta útil para conectar objetivos, actividades e indicadores. Una versión simplificada incluye:

ObjetivoIndicadorFuente de verificaciónSupuestos
Aumentar la empleabilidad juvenil% de jóvenes capacitados que acceden a empleo formal en 6 mesesEncuestas de seguimiento, registros de empleoLos jóvenes buscan empleo activamente

Este cuadro ayuda a visualizar las relaciones causales, identificar vacíos de información y preparar reportes más sólidos y convincentes.


Buenas prácticas al definir indicadores

  • No uses demasiados. Entre 5 y 10 por objetivo es suficiente.
  • Evita ambigüedades. Si un indicador puede interpretarse de varias maneras, no es útil.
  • Incluye al equipo. Escuchar a los que ejecutan el programa mejora la calidad de los indicadores.
  • Valida con datos previos. Asegúrate de que podrás obtener la información necesaria.
  • Evalúa periódicamente. Los indicadores no son estáticos; pueden ajustarse si cambian las condiciones.

Conclusión

Evaluar un programa social no es cuestión de intuición, sino de construir una base sólida de indicadores bien pensados. Elegir indicadores SMART, organizarlos dentro de un marco lógico y mantener su seguimiento continuo te permitirá saber, con claridad y evidencia, si tu intervención está generando el cambio que promete.